Mientras tanto en lo más alto de la protegida torre, cuando el silencio no era lo único que menguaba la noche, dos cuerpos yacían desnudos, a la intemperie. Gotas de sudor brillaban resplandeciendo más que la lluvia de Luna, como precioso diamante de estremada finura. Ríos de gloria de las pasadas horas en destellos de boreales auroras cortaban los labios enrojeciendo su fisura vestidos del cansancio de una terrible dulzura.
> Misterioso Joven: (Abrazándola) Jamás había tenido entre mis brazos a una flor tan hermosa de tal rareza, pues debéis de ser la única en toda la Tierra que me ha revuelto toda razón reinventando la existencia, pues la encomendada tarea que daba cobijo a mi queja, que me daba un porqué por la cual seguir este rumbo a mi época, la habéis vuelto en un sinfín de incoherencia que jamás pensé que en mi vida hubiera. (Le acaricia la mejilla con ternura y sonríe)
> Noble Dama: (Sonríe sonrojada y observa sus labios) Estáis loco de atar… Conociendo mi estatus social y sabiendo que la Fortuna no nos brindan, que tiempos de hambre con tortura y quizás la horca nos pidan. No quiero separarme de vos y ver cómo los sueños se marchitan…
> Misterioso Joven: Sh… (Posa un dedo en sus labios y sonríe) Eso será sólo si nos cogen. ¿Es que nunca habéis visto como mis pies se desvanecen? Pues habláis con el mismísimo hijo de la sombra sin semblante aquel que sin ser visto ni oído, se quedará con todo lo que se alberge en bolsillos, encajes y hasta en un cofre bajo llave. Mis manos son rápidas, mi vista cual halcón rebosa arte, no hay dobladillo que resista a mi astucia después de verle.
> Noble Dama: (Divertida) ¿Y qué sombra es la que tiene semblante, hijo del enigma? (Le saca burla)
> Misterioso Joven: (Acerca su rostro al de ella, mirándola fijamente) La mía sobre la vuestra durante toda la noche… (La besa y la cubre con su cuerpo) Mi amor, mi dulcinea, rosa temprana, estrella del alba, que tejéis vuestra piel con un lucero de nácar alumbráis la noche que tan ennegrecida mata, esperad a que mi voz os llene, cuando de nuevo os plazca, aguardad mi adorada dama, a que en profundos besos se me derrita en vos el alma.
> Noble Dama: (Se ruboriza, mordiéndose los labios) Todo lo que decís me suena a melodía de los cielos ¿Por dónde empezará esta vez, el noble caballero?
> Misterioso Joven: (Besando su cuello lentamente) Depende de la zona que antes mis cuidados requiera Decidme…pues, mi damisela. ¿Dónde preferís perder antes la cordura? Que mis labios ya no me ayudan y siguen su rumbo en vuestra delicada cintura, tatuando mi caricia en el embriagado aroma a dulce amor que surge al mirar vuestra hermosura.
(La noche a los jóvenes cobijó, y ambos cuerpos dejaron de ser dos)
Continuará…
Mike Ryman.
Esclavo del Romance Amada mía, que en mi vida brillas como el Sol del mediodía que radiante con pétalos de rosas danzas en armonía, deslumbrando con una belleza que nadie imaginaría quitando la oscuridad que hasta ahora me ahogaría.
Venid hacia mí, dama querida, y colmadme una vez más de vuestra bella melodía, que el día que está en una nube oscurecida no muera ahogado sin saber del olor de vuestra orilla, y que el día sea el sustento que en la noche recordaría un dulce fragmento a pasión perdido en tu sinfonía.
Lucera estrella del alba, plata de la noche de ennegrecida estampa. Esperad a que mi mano llegue y a que mi voz os plazca, pues en profundos besos se me derretirá en vos el alma. Que mis caricias tatúen en vuestra piel de olor lavanda el dulce amor que tengo por vos, mi diosa dorada.
Mike Ryman.
Sueños de una Noche
En mitad de la noche, me despierto. ¡Oh sí!...Ya veo. He tenido sueños de verano con pasiones de una noche entre espejismos de plata que la Luna me teje con besos escarchados que sin vos se desvanecen. (Suspira)
(Observa la Luna y tras ella la aurora) La verdad, muy hermoso. Mas no sería la vista algo tan preciado si la bella ninfa que ocupa mi lecho cubre su piel del despiadado viento que sopla en el anaranjado espejo y que la mar dibuja como el amante del cielo, privando del candor de su suave lucero a las aves del horizonte que mustias empiezan a surcar los cielos, en busca del sustento de vida que la natura les deja con su dulce fragmento y que el firmamento contiene como gotas de aroma en delicados sonetos, para que finalmente esparcidas en su polen que devoran los insectos, empiece el ciclo en su rutina de nuevo. (Coge la maceta que decora su ventana y acaricia de su flor los pétalos) La única ninfa que duerme a mi vera es una pequeña flor que conservo de la primavera. Me temo que ninguna dama que me prive del sueño. (Ríe y sigue durmiendo) Mike Ryman.
Esperanza Estrella
¡Porque sólo quería ver! Si mi causa era justa o sólo por razón confusa.. seguida... Mas no tenía ya nada un objetivo, ya todo carecía de sentido, perdido y ante mi causa abatido...
Cuando todo oscuro yacía y mi alma de soledad se vestía apareció una luz marcando el horizonte. ¡Un lucero apareció fugaz ante mí radiante! Y aunque con temor lo miré, sin propósito alguno que vil le torne, jamás me arrepentiría de dicha semejante porque ha resultado ser la esencia centelleante que dio de nuevo vida a mi espíritu errante.
¡Alguien resplandeciente me vio a través del corazón y el alma antes que por la simple ojeada de mi externa fachada!
(Alza los brazos y mira al firmamento)
¡Pálida estrella! Caduca luz aquella que vencéis a una noche tan siniestra. Dime tú ahora tan lejana, vos que coronáis el firmamento con vuestro velo naranja. ¿Por qué esta beldad tan soberana? ¿Por qué tanto empeño en cegarme con esa gracia, que de no bañarme más en su lluvia de nácar, mi mustia alma preferiría acabar maldita y por siempre desangrada?
¡Decidme la verdad estrella en llamas! Y a vuestros pies de diamante os postraré el cielo y hasta os ofreceré de los dioses su candor eterno. ¿Qué hacer si mi mirada en vos se clava? Nada evitaría enamorarme de cada destello que de vuestra sonrisa emana, terminando cegado en su brillante lumbre de suave piel cálida. Pues hasta os entregaría si queréis mi vida por un beso que sellara vuestra fogosa desdicha en la oscuridad de la mía.
Mike Ryman.
Deep Love
I have gained in life many things: On my back some bricks, deep marks on my chins, making hard to smile but easy to sink.
While I am at home comets of memory came to loss, striking my dreams, melting my soul. As much I know, all ends up in flow with rivers of silver, creeks of gold.
Doesn’t matter if I struggle fighting against what goes even further…
Light that ate my tears, crazy love that talks so clear, flies inside me where I cannot bear the rhythm of life without you, my dear.
Mike Ryman.
Melancolía
Buenos días, luz incandescente. Hoy temprano marcho hacia el horizonte. ¿Qué cosas enfrentaré por ahí delante? ¡Ilumina mi camino, luz celeste! Que la sombra del Mundo avergüence. Apartad la oscuridad ¡Que no me estorbe! Que mi rumbo sea hacia ese océano brillante, donde el Sol en dos se parte y vuestro rostro durmiente yace. Si subo por ese precioso monte que dibuja vuestra tez con semejante luz radiante sobre los rojos pétalos que en verso imbuye... ¿Qué sería de mí si me pierdo dibujando mis anhelos en vuestra frente? ¿Qué pasaría si mis labios ya no me obedecen y os encuentran tan desesperadamente que no dejaran más aliento que aquel para cantaros romance? ¿Cómo podría yo lidiar entonces con un deseo tan sofocante que me hace llorar quemándome en balde y que me priva hasta del aire? Y todo por querer alimentarme del perfume que con delicia os cubre, ése que tan delicadamente me entregabais cada noche...
¡¿Es que acaso no sabéis que os amo muy perdidamente?!
Aunque sé bien, que vos no me tenéis afecto, que hablar conmigo es una pérdida de tiempo. Aunque sepan los mares que vuestro corazón ya no me merezco, que lidiar con un corazón frágil es sólo para vos un tormento. Aunque vuestro pensamiento se halle de mí muy lejos os llevo siempre allá por donde vengo. Entre las olas cuando nado sobre las nubes cuando vuelo, os traigo de mis aventuras un trozo de recuerdo de donde os llevé recordando durante todo el trayecto.
Mike Ryman.
Amándote en sueños
Ayer tuve un sueño, en el que mi rima os mecía y entre mis versos os arropaba, hanciéndoos mía. Un sueño en mitad de la noche nos surgía, cuando mis dedos entre tus rizos se perdían y con voz dulce al oído os decía qué hermosa la luna esta noche se veía y que fragante aroma a rosas nos invadía, a través de la ventana abierta al campo y a su lozanía, cuando todos los demás nada sabían y las criaturas del bosque ya dormidas yacían.
Fuera de toda razón, mi embrujada mano se deslizaba danzante por tu brazo, y la suavidad de tu piel terminaba erizando allí por donde mis labios pasaban rozando terminaba en vuestro cuello ardientes besos plantando que florecían tallados con un rojizo, incandescente color fuego, envueltos en un tornado de deseo, con forma de pasión y desenfreno.